Si ya te has hecho con un par de zapatos Monge y quieres saber cómo cuidarlos para que estén como el primer día, apunta estos consejos. ¡Los tendrás siempre como nuevos!
Lo primero que debemos tener en cuenta es que las pieles de los zapatos son productos naturales, por lo que lo fundamental es quitarles el polvo y limpiarlos, con mucho cuidado, con un trapo humedecido, para luego dejarlos secar al aire, sin exponerlos directamente a focos de calor.
Posteriormente, debemos nutrir la piel a base de crema hidratante neutra, que podemos aplicar con ayuda de una esponja o gamuza y, una vez esté seca, darles brillo. Para esto, te recomendamos cepillar los zapatos con brío durante unos segundos.
Y, por supuesto, guardarlos adecuadamente, con hormas de madera para que vuelvan a su forma original y la piel no se arrugue. Siguiendo esta rutina al menos cada quince días, podrás presumir de zapatos durante años. ¡Larga vida a tus Monge!