Nuestra versión de la “porquera” tradicional mallorquina. Un calzado humilde creado en los años 20.
Durante esa década los automóviles comenzaron a llegar a Mallorca y a los zapateros se les ocurrió emplear los restos de los neumáticos, creando así una suela más resistente que las habituales de las alpargatas.
Inventaron un zapato comfortable, barato y duradero a partir de material de desecho. Los artesanos se adelantaron a su tiempo.