No sólo de cuero viven los zapatos Monge. Además de las mejores pieles y del saber hacer de los artesanos de la isla de Mallorca, otros tejidos sirven para confeccionar un calzado de calidad, como la manufactura con otra denominación de origen del tweed Harris, llegado desde una lejana isla escocesa. ¿Quieres conocer un poco este mítico tejido?
Su nombre ya de por sí despierta curiosidad. Y es que Harris, aunque parezca el nombre de un señor británico, denomina en realidad a la parte sur de una de las islas Hébridas Occidentales (en Escocia) conocida como Lewis y Harris. Hasta aquí tendríamos que desplazarnos para encontrar el original tejido de tweed. Ya se sabe que las islas británicas han exportado la elegancia al mundo y el resto lo hemos adoptado con ganas.
Confeccionado en lana y de tacto áspero, el tweed resulta un tejido de lo más cálido y resistente. Para que pueda llevar la etiqueta de calidad de Harris tiene que haberse tejido a mano en una zona concreta: Lewis, Harris, Uist o Barra a partir de la lana autóctona. Así se obtiene esta tela lujosa cuyo nombre original en gaélico es Clo Mhor, “la gran tela”. La particularidad del tweed Harris es su característico patrón con forma de espiga que se consigue al unir y girar varias hebras de lana de diferentes colores, lo que lo hace un tejido de lo más variado, polivalente e incluso divertido.
Su historia es larga. Se utilizaba antaño como abrigo para protegerse del frío y la lluvia, inclemencias propias de esas altas tierras. Pero si a alguien se debe su uso actual es la condesa Lady Catherine Herbert, que vio el verdadero potencial debido a la alta calidad del tejido. Así que, a mediados del siglo XIX, empezó a promover esta tela local en su entorno como un tejido moderno perfecto para la caza o la práctica del deporte, como empezaba a ser costumbre entre sus amistades. Pronto se convirtió en el favorito de la alta burguesía y la aristocracia, incluso en el círculo cercano de la reina Victoria. Desde entonces su fama se extendió y llega hasta nuestros días. ¿Cómo no recurrir a un tejido tan noble para confeccionar las mejores prendas? Y también los accesorios.
Siempre fans de la artesanía, en Monge no hemos podido resistirnos a crear un calzado de invierno resistente y cálido con la calidad del tweed Harris. Lo mejor de la artesanía mallorquina y escocesa se encuentran en las botas Chuck. Son todo un carácter: una bota robusta de piel negra alto brillo y con las caña en un exquisito tweed de lana Harris. Ahora que el invierno está en su apogeo, es el momento de afrontarlo pisando fuerte con un calzado que no tenga miedo al frío.
Imágenes cortesía de: A Hume Country Clothing, http://www.ahume.co.uk/Tweed-Jackets/c-1-226/)
